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El coche de línea en Lastras de Cuéllar

Pocos son ya los viajeros que utilizan el autobús. La falta de usuarios y el abandono por parte de las administraciones públicas han hecho que este tan vital en otra época medio de transporte, cordón umbilical entre los pueblos y la ciudad, esté a punto de desaparecer.
Salida de La Sepulvedana en la Calle del Acuerdo 1950. Foto Urech

Historia del autobús en Lastras de Cuéllar

Pocos son ya los viajeros que utilizan el autobús. La falta de usuarios y el abandono por parte de las administraciones públicas han hecho que este tan vital en otra época medio de transporte, cordón umbilical entre los pueblos y la ciudad, esté a punto de desaparecer.

Muchas son las historias y anécdotas que han rodeado su existencia. Aquellos interminables viajes, carentes totalmente de las comodidades actuales, suponían toda una experiencia para lo que los realizaban. Al mismo tiempo, la expectación que levantaba la llegada del autobús con la aparición de amigos y familiares provenientes de la capital, los jóvenes que realizaban el servicio militar y que volvían al pueblo en un permiso o de aquellos que emigraron a tierras lejanas y regresan al pueblo en vacaciones, se convertía en todo un acontecimiento con grandes celebraciones y muestras de alegría.

Para recordar en primera persona aquellos tiempos, pedí hace casi un año la ayuda al grupo de aulas sociales, a través del taller que Diana de Diego impartía en Lastras. Sus recuerdos marcan una época a punto de terminar, donde el simple hecho de salir del pueblo era ya algo excepcional. También he contando con la inestimable ayuda de Caty, infatigable viajera entre Lastras y Madrid. Entre todas, han descrito a la perfección, como eran aquellos viajes y momentos.

Junto a sus relatos, haremos un pequeño repaso «histórico» sobre los autobuses y las empresas que han prestado el servicio.

coche de linea 1935 clemencio a
Coche de linea 1935 Clemencio

Un poco de historia

El domingo 9 de enero de 1921, el periódico «La Tierra de Segovia» publicaba el siguiente Aviso (1):

«Es mi deseo de favorecer al público en general que desde hoy estableceré un servicio de coches, que desde Navalmanzano saldrá para Hontalvilla en combinación con el automóvil que va desde Cuéllar a Segovia.

Por el mal estado de la carretera de Aguilafuente a Lastras, pondré coche de caballos, hasta que se mejore esta, pues me propongo hacerlo en automóvil hasta Fuentesaúco.

Cuéllar, 1º de enero de 1921 Galo Alvarez»

El mal estado de la carretera, en concreto el tramo entre Aguilafuente y Lastras, pese a que tan solo llevaba construida poco mas de 10 años aparece en varios escritos de la época. Una carretera, cuyo trazado hoy seguimos utilizando y cuyo proyecto inicial fue denominado Carretera Provincial San Ildefonso-Peñafiel. (2)

El 10 de agosto de ese mismo año, otra publicación en el mismo periódico, nos confirmaba el inicio del servicio de automóviles entre Fuentesauco y Navalmanzano, pasado por los pueblos de Cozuelos, Adrados Ontalvilla, Lastras de Cuéllar, Aguilafuente y Fuentepelayo. (3)

A falta de otra confirmación, podríamos establecer esta fecha cómo el inicio del transporte de viajeros en autobús en Lastras de Cuéllar. Su desarrollo fué a la par que en el resto de la provincia. Por nuestra cercanía a Cuéllar, fué la empresa fundada por Galo Alvarez la impulsora del desarrollo del transporte en autobús. Otras empresas pioneras en la provincia serían La Serrana, La Rápida, Albarrán, Bermejo, Albino Martín, García Patiño, Ignacio García. Todas ellas nacerían con la condición, fijada por el estado, «de llevar gratuitamente la correspondencia y demás servicios de correos.» 

Cuatro años más tarde, el 26 de agosto de 1925 el Boletín Oficial de la Provincia de Segovia publicaba «la concesión, a Don Galo Alvarez Otero, en exclusiva por 20 años, para el transporte de correspondencia y viajeros desde Segovia a Fuentesaúco, debiendo comenzar a prestar el servicio a partir del 25 del mismo mes.»(4).

En una guía de turismo de 1930, donde se ensalzaba el singular interés de la provincia, podemos encontrar las las lineas de automóviles para viajeros, equipajes y mercancías de la provincia de Segovia asi como el itinerario, distancias y precios del transporte del servicio de autobús. Todo un dinero para la época lejos del alcance de la mayor parte del pueblo.

lineas de autobúses segovia 1930

Nuevamente, 30 años después, el 31 de mayo de 1956, el Boletín Oficial del Estado publicada la adjudicación definitiva del servicio público regular de transporte mecánico de viajeros, equipajes y encargos por carretera entre Segovia y Fuente del Olmo de Fuentidueña a la empresa Galo Alvarez.

En en esta ocasión, las condiciones de la adjudicación se publicaban íntegramente (5) y entre ellas podíamos encontrar desde las paradas del trayecto a los autobuses que se emplearían (6), autobuses que ya entonces alguno contaba con mas de 20 años de servicio:

«El itinerario entre Segovia y Fuen­te del Olmo de Fuentidueña, de 72 kiló­metros de longitud, pasará por Pinillos, Villovela, Escalona del Prado, Aguilafuente, Lastras de Cuéllar, Hontalbilla, Adra­dos, Cozuelos, Fuentesaúco de Fuentidue­ña, FuentePiñel y Torrecilla del Pinar, con parada obligatoria para tomar y de­jar viajeros y encargos en todos los pun­tos mencionados anteriormente.»

«Se realizarán todos los días, excep­to los domingos, las siguientes expedi­ciones: Una expedición entre Fuente del Olmo de Fuentidueña y Segovia y otra expe­dición entre Segovia y Fuente del Olmo de Fuentidueña.»

«Quedarán afectos a la concesión los siguientes vehículos:

  • Un ómnibus marca «Chevrolet» de 22 HP. ,de potencia; carburante, gasolina; matrícula SG-2536, con capacidad para 33 viajeros sentados, con clasificación única.
  • Un ómnibus marca «Leyland», de 36 HP. de potencia; carburante, gas-oil; matrícula M-39960, con capacidad para 38 via­jeros sentados, con clasificación única. «

«Regirán las siguientes tarifas-base: Clase única: 0,40 pesetas por viajero- kilómetro (incluido impuestos). Exceso de equipajes, encargos y paque­tería: 0,06 pesetas por cada 10 kilogra­mos-kilómetro o fracción.»

«El adjudicatario quedará obligado a transportar correspondencia en cada una de las expediciones por un peso de 50 kg, con un volumen aproximado de 0,258 metros cúbicos.»

En 1986 la empresa Galo Alvarez se incorporó al grupo Linecar, terminando así 65 años de viajes por nuestra carretera.

Vivencias y anécdotas del coche de línea

Fuencisla Matarranz (86 años)

“Por los años 50-55, no había medios  de transporte. Solo venía un coche de línea que salía de la Villa de Fuentidueña haciendo recorrido por los pueblos hasta Segovia. Pasaba por Lastras a las 8 de la mañana y por la tarde volvía a las 18:00.

Cuando llegaba a Lastras por la mañana, sobre todos en fiestas y vacaciones, algunas veces llegaba lleno, aunque no todos las tenían.

El coche tenía alrededor la baca en la parte de arriba, y otros tenían de arriba abajo una escalera para poder subir. El cobrador, que por entonces se llamaba Isidoro, tenía que subir por la escalera maletas y demás bultos. También subían a la parte de arriba del autobús los chicos que trabajaban fuera.

¡Qué bonito es recordar cuando llegaban las fiestas o vacaciones (aunque no todos tenían permiso) la alegría que traían los militares! Siempre venían cantando, contentos de llegar a sus casas con sus familias. Como normalmente no traían un duro, se les mandaba subir a la baca del autobús.

Años más tarde (no recuerdo los años que pasaron) pusieron otro coche de línea a las 10 de la mañana y llegaba de vuelta a la 1 del mediodía.

Cuando ya se construyó el actual hospital de Segovia y teníamos que ir a diversas consultas médicas, pusieron otro coche de línea por la tarde (a las 15:30) y volvía a las 18:00.

En la actualidad, como casi todo el mundo tiene coche particular, nos sobra con un coche de línea y casi va vacío. ¡Cómo ha cambiado la vida!”

….

En Semana Santa se hacían las rosquillas de Pascua y los bollos caseros para mandarlos a la familia. Una vez un señor llevaba un cestito (no sería muy grande), ya que en una ocasión de Lastras a Escalona, los que estaban arriba en la baca, se comieron las deliciosas rosquillas. Como ellos tenían que bajar en Escalona e ir a pie a Otones de Benjumea, pensaron que nadie se enteraría del festín que se habían pegado comiendo rosquillas. Pero no tuvieron tanta suerte: Les notificaron que tenían que ir al juez para ver quién se había comido las rosquillas. Ellos confesaron su comilona y como castigo, les pusieron 5 pesetas de multa.

…..

En el pueblo había una costumbre: cuando se casaba una moza con un chico de fuera, las mozas y las chicas más mayores colocaban una tranca (tronco de pino grande) atravesando la carretera. El novio y su familia, iban en el coche de línea y cuando llegaban a la altura del tronco atravesado, el novio tenía que pagar la saca, sino no les dejaban pasar. Normalmente el novio siempre pagaba y se montaba un jaleo, todos dando voces hasta que el novio finalmente se rascaba el bolsillo y pagaba. ¡Qué tiempos aquellos y qué buenos recuerdos!


Concepción de Frutos ( 81 años )

“A finales de los 50 o principios de los 60, venía por los pueblos el coche correo o coche de línea. Era de color beige. Entonces se viajaba poco, porque no había hospitales. Había mucha gente en el pueblo porque cada familia éramos de seis o siete personas.

Los quintos, cuando se iban a la mili (eran unos 20 o 30) y subían en el coche de línea, subían a la parte de arriba (a la baca que era como la llamábamos) por una escalera que tenía atrás el autobús con las maletas y demás bultos. Así que si había algo que comer también aprovechaban, como por ejemplo las rosquillas que se mandaban.

La víspera de la fiesta, íbamos con 12-14 años a esperar a los músicos que venían en el autobús, que paraba en la puerta del estanco del señor Enedino. Después íbamos con ellos a dar la revolada por el pueblo. Los músicos eran los Miranda de Segovia. 

El autobús también nos traía la correspondencia, ya que entonces no había teléfonos.

Mis padres, en los 3 meses de invierno, se suscribían al Adelantado de Segovia, y yo al ser la quinta de 7 hermanos, me encargaba de ir todas las noches a buscar el adelantado porque a mi padre le gustaba leer en las noches de invierno. El cartero era Elías que tenía tres oficios: sacristán, cartero y pesador de cubas en la fábrica de resinas de los cuchifles”.

“El autobús, en la parte de delante tenía unas puertas que se cerraban solas. El día de las Candelas, que corrían  el gallo los quintos, que éramos 25 chicos y 25 chicas, íbamos a esperar al coche de línea. Algunos íbamos disfrazados, como Julián “el rubio” que llevaba un capuchón muy largo. Él entró dentro del autobús y el capuchón se quedó fuera pillado con la puerta del autobús. La verdad es que fue una anécdota muy graciosa “.


Maria Pura Garrido (78 años)

“Antiguamente el coche de línea pasaba por la mañana hacia Segovia y por la tarde de vuelta.

Contaba mi hermano Desi, que hace años, cuando se llenaba el autobús, los que no cabían en él, tenían que subir a la baca del autobús, donde también colocaban maletas y demás equipaje.”

“En una ocasión subieron a la baca un ataúd, y tuvo que subir también un joven, al estar lleno el autobús.

De camino a Segovia, se puso a llover. El joven, para no mojarse, se metió dentro del ataúd. En el siguiente pueblo subió otro mozo a la baca y, según iban de camino, el mozo que estaba dentro del ataúd, sacó la mano para ver si ya no llovía. El otro joven, al ver que asomaba una mano del ataúd, pensó que el muerto estaba reviviendo y del susto, se tiró del autobús.

La gente del autobús, al ver que uno de los pasajeros se tiraba, mandaron parar el autobús para ver qué había ocurrido.

En ese momento, el mozo que iba dentro del ataúd salió y pudo explicar lo sucedido. Así que después de aclarar el malentendido, pudieron continuar el viaje hasta Segovia y llegar felices y contentos.”


Caty Garcia Arranz

De mi tiempo en el pueblo solo recuerdo ir a esperar al coche de línea, era Galo Álvarez, así se llamaban entonces, porque entonces no viajábamos mucho, creo que fui una vez a Segovia con mi padre, pero si recuerdo como esos coches tenían la vaca arriba y se subía por unas escaleras a poner el equipaje.

Después, ya estando en Madrid, si recuerdo como llegábamos a Segovia muchos chicos y chicas para ir a las fiestas. Llenábamos el autobús y la juerga que nos pasábamos cantando, con el consiguiente enfado de Mariano o Felipe que eran los cobradores.

Y esos fines de semana de invierno, con hielos en los cristales y algunas ventanas sin cristal y todos helados de frío sin calefacción. En el verano, como hubiera tormenta y estuviera algún cristal roto, nos empapabamos.

De La Sepúlveda recuerdo los últimos años recientes de esta empresa y de lo mal que trataba a los viajeros. Broncas todos los domingos…

La Rápida iba de Madrid a Zarzuela del Pinar. Muchos de Lastras la cogíamos en Madrid y nos dejaba en Aguilafuente. Con esta empresa he viajado desde muy joven hasta hace unos años que la quitaron. Ahora también es Linecar y la suelo coger los domingos para volver a Madrid, solo que ahora te deja en Segovia.

Recuerdo con 18 años, fue la primera vez que la cogí, montamos en Aguilafuente y había una nevada impresionante. Llegamos a Torrecaballeros y allí nos teníamos que bajar y coger otro autobús. Nos dijo la guardia civil que no se podía subir por el puerto( este autobús iba por Navacerrada )y el conductor, un tal Zamora de Zarzuela, empeñado en subir por el puerto. Ya tan hartos nos tenía a todos que mi tío Isidro y un yerno de Adela de Lastras le agarraron por el pecho y le dijeron: – tira para Segovia o te matamos- vaya que si tiró, tres horas tardamos en llegar al peaje de San Rafael y tuvo que poner las cadenas.

En La Rápida, otra vez se incendió la parte de atrás del autobús, menudas llamas salían de los asientos, que entonces eran de madera, todos apagando el fuego y después nos dejó en la carretera hasta que vino otro. En ese autobús siempre había más viajeros que asientos, con lo cual nos abrían las sillas plegables y en el pasillo íbamos.

Un día, subiendo a Navacerrada, en una de las siete revueltas, se quedó atravesado el autobús, medio autobús en la revuelta y el otro medio colgado mientras el conductor decía: -no os mováis que nos caemos abajo-

Tambien nos decían que tenía que apagar la calefacción, porque si no el autobús no subía el puerto. Y todos con guantes y bufandas bien abrigados porque nos congelábamos.

Y así era todos los fines de semana, cada día nos pasaba algo y así durante muchísimos años. Historia de 50 años que llevo en Madrid y yendo los fines de semana al pueblo,.

Anexos

Fotografías

Notas

  1. Archivo virtual de prensa histórica Periódico la Tierra de Segovia

2. El proyecto de la carretera provincial entre San Ildefonso y Peñafiel aparece por primera vez en plan de carreteras de la provincia de Segovia de 1881. Tras innumerables problemas no será hasta 1912 cuando se inaugure parcialmente pues el tramo entre el cruce de Escalona y Brieva no llegó nunca a realizarse.

3. Archivo virtual de prensa histórica Inicio del servicio de automóviles

4. Archivo virtual de prensa histórica Boletín oficial de la Provincia de Segovia

5. Boletín Oficial del Estado Concesión Boletín Oficial del Estado 1956

6. Autobuses

El autobus Leyland matrícula M-39960 fué matriculado en noviembre de 1930 por «Vagones Frigoríficos», empresa domiciliada en la calle Conde de Peñalver 25, Madrid (entonces, uno de los tramos de la Gran Vía). Al parecer se trataría de un camión que, recuperado después de nuestra Guerra, fué carrozado como autobús, operación muy frecuente en aquellos tiempos.

El autobús Chevrolet SG-2536 fué matriculado en 1949

Agradecimientos

Grupo de aulas sociales de Lastras, curso 2020-2021, por las redacciones que hicieron sobre sus recuerdos. En particular a su profesora, Diana de Diego por transcribir sus redacciones

Juan Andrés Saiz Garrid, por regalarme el libro «Historia del transporte de Segovia»

Juan Antonio Tartajo, por la información sobre los autobuses.

Caty García. Una fuente inagotable de vivencias que darían para un libro.

Grupo de aulas sociales de Lastras, curso 2020-2021

Bibliografía y enlaces web

Historia del transporte de Segovia, Juan Andres Saiz Garrido

El coche de línea, Ignacio Sanz

La Sepulvedana, historias-matrintenses-blogspot.com

Madrid transportes urbanos, blog personal Jose Antonio Tartajo

Empresa la Sepulvedana. Página web oficial

Galo Alvarez-Linecar. Página web oficial

La estación de autobuses. Sitio web Cadena Ser

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4 respuestas

  1. Muchas gracias a todas y todos los que han hecho posible este relato tan entrañable y bonito. Qué recuerdos … Toda una historia, toda una vida…

  2. Buen trabajo. Gracias por citar el libro sobre la Historia del transporte de Segovia. Un abrazo. Y viva el pueblo de mi buen amigo Ignacio Sanz, en el que todavía es párroco Jesús Torres Bravo.

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