El municipio estudia la posibilidad de instalar un nuevo sistema de abastecimiento.
Los altos niveles de arsénico que registra el agua para el abastecimiento de Lastras de Cuéllar mantienen la prohibición de consumir agua del grifo para los vecinos, desde hace 50 días. Como se recordará, el pasado 9 de septiembre el Ayuntamiento dictó un bando, por el que prohibía el consumo de agua, debido a los altos niveles de arsénico.
Desde entonces, el Consistorio segoviano es el encargado de suministrar agua, con la distribución de botellas todos los lunes.
Fuentes municipales explicaban ayer que los resultados de los últimos análisis realizados reflejan que los niveles de arsénico no solo no se han reducido, sino que se han incrementado. La ausencia de lluvia en las últimas semanas podría haber influido en esta situación, señalaron las mismas fuentes.
Desde el Ayuntamiento ya se han planteado estudiar nuevos sistemas de abastecimiento que den una solución definitiva al problema. Una de las alternativas podría ser un sistema de osmosis inversa, ya instalado en otros municipios de la provincia y con muy buenos resultados. El Consistorio analiza los costes que podría conllevar la nueva instalación.
Mientras, el reparto de botellas de agua mineral se realiza los lunes cada semana, ofreciendo a cada vecino el lote de botellas necesario para los siete días de la semana, un litro y medio por día. El precio por botella es de 5 céntimos de euro. El Ayuntamiento está recibiendo el apoyo de la Diputación Provincial, que ha concedido una subvención que ha permitido abaratar el coste por botella de agua, de los 30 céntimos iniciales a los 5 actuales.